En toda cocina argentina o uruguaya, el repasador es un héroe anónimo. Lo usamos para secar la vajilla, levantar derrames, manipular fuentes calientes y, a veces, hasta para limpiarnos las manos apurados.

Sin embargo, ese uso múltiple y desordenado puede convertir al repasador en el foco de contaminación más grande de nuestra casa. ¿Sabías que un repasador mal usado puede albergar más bacterias que la tapa de un inodoro? ¡Sí, así de serio!

En Tinamú, te ofrecemos repasadores de algodón de la mejor calidad, pero su efectividad depende de cómo los uses. Acá te damos la guía definitiva sobre el uso estratégico del color y las reglas de oro para mantener tu cocina limpia y segura.

El Secreto de la Higiene: Un Repasador Para Cada Tarea

El error más grave es usar el mismo repasador para todo: secar un plato, limpiar la mesada doe cortamos pollo crudo y secar las manos. Esto facilita la contaminación cruzada, transfiriendo bacterias peligrosas (como la Salmonella o la E. coli) de una superficie a otra.

La solución es simple y visual: asignar una función a un color específico.

Color Sugerido Uso Exclusivo Por qué funciona
BLANCO Vajilla y Cristalería. Se asocia inmediatamente con la limpieza. Al ser blanco, te obliga a lavarlo a conciencia, ya que la suciedad se ve al instante.
AZUL o VERDE Mesadas, Tablas y Superficies. Uso exclusivo para la zona de preparación de alimentos. Úsalo para secar después de desinfectar la mesada con lavandina o alcohol.
ROJO o FUCSIA Carnes Crudas y Derrames (¡Alerta!). Este color sirve como señal de alarma. Usalo para limpiar derrames accidentales de jugos de carne cruda o pollo, y mandalo directo al lavarropas.
AMARILLO, NARANJA o GRIS Secado de Manos y Utensilios Varios. Para tareas menos críticas, como secarte las manos después de lavarlas o secar utensilios que ya fueron higienizados.

 


Las 3 Reglas de Oro para Mantener Repasadores Sin Contaminación

El color es el primer paso, pero el mantenimiento es lo que garantiza la seguridad.

1. No Son Esponjas (¡Nunca los Dejes Húmedos!)

  • El Problema: Un repasador húmedo y arrugado es un criadero de bacterias en menos de dos horas.

  • La Solución: Después de cada uso, colgalo. Tiene que estar extendido para que el aire circule y se seque rápidamente. Si es posible, colgalo cerca de una ventana.

2. El Lavado es Clave (Alta Temperatura)

  • ¿Cada cuánto? Los repasadores de mesada (Azul/Verde) y los de derrames (Rojo / Fucsia) deberían ir a lavarropas todos los días. Los de vajilla, al menos cada dos días.

  • La Solución: Para matar las bacterias resistentes, lavalos en el lavarropas con agua caliente (si el tejido lo permite) y un poco de lavandina o vinagre blanco de vez en cuando para una desinfección profunda.

3. No Limpies lo que se te cae

    • La Distinción: Los repasadores son para secar y mantener la higiene, no para limpiar suciedad pesada.

    • La Solución: Si hay grasa, barro o restos de comida muy sucios, usá papel de cocina descartable. Una vez que la zona está limpia, usá el repasador para secar y darle el toque final.


 

Empezá a Usar los Repasadores de Forma Inteligente con Tinamú

Implementar la regla del color te va a ayudar a evitar transferir patógenos invisibles en tu cocina. En Tinamú, te ofrecemos repasadores de algodón 100% de alta absorción y durabilidad, disponibles en distintos colores que facilitan esta organización.

¡Elegí tus colores estratégicos y convertí tu cocina en un espacio mucho más seguro con la blanquería de Tinamú!

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